La historia de la calçotada
La calçotada es una comida típica de la región occidental de Cataluña (originaria de Valls, en la comarca del Alt Camp). En las últimas décadas, se ha extendido y puede degustarse en casi cualquier parte de la Comunidad durante el final del invierno y comienzos de la primavera.
Los calçots, una variedad de cebolletas especialmente cultivada para este propósito, se asan directamente sobre las llamas de sarmientos y se comen con la mano, aderezados con una salsa especial, la salvitxada, similar a la romesco. Después de cocer los calçots, se tiran troncos para hacer unas buenas brasas que se aprovecharán para asar carnes o embutidos para el segundo plato. También se acostumbra a asar en las brasas patatas y alcachofas, para acompañar las carnes.
¿De dónde procede el origen del calçot?
Hay diversas versiones sobre el auténtico origen del calçot, pero la más conocida es la que se atribuye al Xat de Benaiges, un campesino que vivió en el pueblo de Valls, en la provincia de Tarragona, a finales del siglo XIX. Se dice que este campesino puso a calentar al fuego un par de brotes de cebolla, e inmediatamente, se dio cuenta del delicioso sabor que tenía este plato que, a principios del siglo XX, se convirtió en un alimento habitual en todas las casas de la región.
¿Los romanos ya comían los calçots?
Recientemente se ha encontrado una pintura de la época romana (siglo III), dónde aparece un hombre degustando un porrus capitatus o, lo que es lo mismo, un calçot. El origen catalán de este plato típico queda ahora entredicho el descubrimiento del Xat de Benaiges, a quien la tradición popular le otorgó durante 200 años la paternidad del calçot. La sorprendente historia empieza en el año 2000 muy lejos de Cataluña, en Hungría, en la ciudad de Brigetio: Se encontró una pintura en la que un hombre, probablemente un esclavo en tiempo de los romanos, sujetaba con una mano una bandeja y con la otra hacía el gesto de comer alguna cosa. Después de restaurar y estudiar la pintura, el arqueólogo László Borhy llegó a la conclusión que esta comida era un calçot: el gesto es muy revelador y en la literatura latina ya hay referencias a lo que los romanos llamaban porrus capitatus.
Propiedades nutritivas
Además de su rico sabor, este manjar tiene muchas propiedades alimenticias. En líneas generales, hay que destacar que la cebolla es una planta con un alto contenido en vitaminas y minerales.
Se le atribuyen propiedades:
- Tonificantes
- Diuréticas
- Digestivas
- incluso afrodisíacas
Así, se ha estudiado que los calçots son buenos para prevenir constipados, para la coagulación de la sangre y además aportan elementos esenciales como:
- Potasio
- Hierro
- Zinc
- Fósforo
- Ácido fólico
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