La historia de Mas Boronat
Una masía catalana 1674 – 1919
La primera imagen que tenemos de Mas Boronat fue tomada en un momento indeterminado antes de 1919. La masía tiene origen en 1674 según la inscripción que había en el dintel de la puerta principal. Se trataba en ese momento de una masía típica catalana, destinada al resguardo de los rebaños de ovejas que transitaban por la zona. Según nos cuentan los vecinos más ancianos, la masía debió estar habitada por diferentes familias durante el transcurso de los años, siendo los primeros probablemente los Boronat, apellido común de la región por el que siempre se había conocido la masía. Además de ofrecer resguardo para la ramadería, la finca se dedicaba al cultivo de la algarroba y los olivos, tal y como hacían otras casas vecinas. No fue hasta más tarde, cuando el cultivo de la viña proliferó en Catalunya debido en gran medida a la crisis de la filoxera que se extendió por Francia en el siglo XVIII.
1919 – 1954 Narcis d’en Gosch
La reconstrucción de la Masía: Enric Mora i Gosch 1923. La caza y las partidas de naipes.
En 1919 compra la finca el acaudalado empresario del mármol Enric Mora y Gosch. Durante varios años “Siset” (así es como se conocía al marmolista) había realizado importantes encargos que le habían procurado una fortuna. Cabe destacar entre sus obras mas importantes, la petición que hizo el famoso arquitecto modernista Lluís Doménech i Montaner, que encargó el marmolista el trabajo de la construcción de un gran mausoleo para la tumba del rei Jaime I, que habían sido trasladados desde el monasterio de Poblet. Esta obra se encargo para albergar al monarca en la ciudad de Tarragona, aunque más tarde regresaron al monasterio, donde se encuentra hoy dia, y el mausoleo se quedo expuesto en el ayuntamiento de Tarragona, en un patio adaptado para dar cabida a tan magnífica pieza.
Siset encontró una finca de campo, con una masía típica y ya en bastante mal estado debido al paso del tiempo. Cuando adquirió la propiedad, inició la construcción de la espléndida masía en estilo post-modernista que hoy podemos ver. Para ello hizo venir al reconocido arquitecto Enric Mora i Gosch. Construyó la torre principal en el lado izquierdo, con un palomar en lo alto, que en aquellos tiempos era un símbolo de riqueza y de paz, y adornando la parte sur con un reloj de sol especialmente bien orientado y como fondo de este la imagen de la leyenda de Sant Jordi asestando el golpe final al dragón. Hay una frase que reza: “Bienvenido el nuevo día, alabado Dios quien lo envía! Y la fecha de finalización con el nombre del arquitecto “E.Mora, 1923” (esta era la forma con la que el arquitecto firmaba sus obras. A la derecha del edificio, también se amplió la casa con una extensión con techo a 2 aguas. Por la parte posterior, el arquitecto diseñó una plaza, con un gran deposito central que recogía las aguas de los tejados, una bodega y al otro lado de la casa una fila de cuadras y zona de jaulas para los animales. Se completaba de esta forma la estructura central de la masía. Para construir todo ello se inicio una mina de tierra en la parte inferior de la plaza, con entrada al final de lo que eran las cuadras, y que hoy en dia se puede visitar ya que la mina fue rehabilitada y convertida en unas cavas.
Durante la Guerra civil, los ejércitos causaron estragos como en tantas otras masías y para evitar robos Siset hizo construir dos casetas de piedra seca donde se guardaba dinamita (se encontró un cartel que ponía “Polvorín”). Además se hicieron construir escondites y paredes falsas como los que se pueden ver en la bodega.
Narcís Gosch hizo vallar toda la finca para sus partidas de caza, e inicio la producción de vino y aceite propios, instalando maquinaria de última generación, que hoy en día se puede visitar ya que se encuentra rehabilitado para tal efecto como “museo del vino y del aceite”
1954 – 1974 Carlos Slovinsky de Noreico
En 1956, tras un periodo económicamente muy difícil para el empresario, tuvo que vender la masía. Apareció entonces Carlos Slovinsky de Noreico, un inventor ruso con parientes lejanos dentro de la familia de los últimos zares de Rusia. El ruso, así le llamaban en el pueblo de Salomó, vivía de forma sencilla en la masía con un control estricto de los trabajos que se realizaban en el campo Se conoce que de vez en cuando salía a realizar sus rondas de vigilancia, pistola en mano, y más de un transeúnte se llevó un susto cuando paseaban por allí cuando, apuntándoles con la pistola les advertía de que por la finca no se podía pasear ya que era privada.
1974 -20- Oswald Voorbraeck
En 1974, hacia el final de la dictadura de Franco, el Sr Slovinsky, creyendo que pudiera llegar el comunismo a España a la muerte del dictador, vendió la finca mientras pudo y desapareció. Fue entonces cuando adquirió la propiedad Oswald Voorbraeck, empresario-inversor belga. Este inicio la rehabilitación cambiando conservando las antiguas edificaciones, y poco a poco convirtiendo la masía en un encantador complejo turístico diferente.
Primero construyó el conjunto de 4 apartamentos Amberes con una piscina en frente, en recuerdo a su lugar de nacimiento. Después hizo los 10 apartamentos apareados “Catalunya”, obre una elevación con vistas sobre la masía, los viñedos y bosques. Después hizo otros 8 apartamentos con piscina que llamaría Flandes. Para conseguir la ocupación, que en un principio se limitó a los veranos, se ponían anuncios en el periódico local de Amberes, Bélgica, y los interesados acudían a la casa del empresario para ver los álbumes de fotos y realizar sus reservas. Así se hacía antes, a falta de los medios actuales.
La capilla que hay en lo que llamó Plaza Catalunya, situada justo fuera de la plaza central con la bodega, cuadras y el depositito de agua, tuvo su origen en otra interesante historia. Los masoveros de entonces, hacia 1979, eran muy religiosos, y la mujer un día creyó ver imágenes de la virgen en una figura que se encontraba de la entrada de la plaza. La voz se corrió y dio lugar a cierto tráfico de gente que venía a poner una vela o unas flores y rezar sus oraciones. Al ver esto, el Sr Oswald hizo construir una capilla que dedicaría a la Madona de Flandes y a la virgen de Montserrat, patronas de su lugar de origen y su lugar del presente. El singular edificio viene decorado por todo un conjunto de mobiliario hecho a media, y una pinturas realizadas por Bermejo, reconocido pintor en el mundo eclesiástico por sus reformas y obras en decenas de iglesias y catedrales de toda España. Para ello el artista estuvo alojado durante 3 meses en la masía, pintando solamente durante las noches, que es cuando encontraba su inspiración. Cabe resaltar un fresco que se ve al final de la capilla, y destaca por estar expresamente pintado sobre una pared combada, de forma que se crea un efecto de tres dimensiones y parece que el Cristo en la cruz que se representa está más cerca del espectador.
A principios de los 80 se inauguró el restaurante en el que se ofrecieron las primeras calçotadas, así como carnes a la brasa, paellas y otros platos típicos que hacían las delicias de los visitantes.
En el año 1989, se inició la construcción del hotel Malta allí donde estaban los establos de los caballos. En esa época, el Sr Voorbraeck pertenecía a la orden de los caballeros de St John de Malta, y una vez construido su hotel albergó en Mas Boronat reuniones de la orden, que encontraron en este lugar un sitió idóneo por su discreción, comodidad y tranquilidad entre los viñedos.
Finalmente, con la intención de crear un complejo residencial en el futuro, se parcelaron las fincas de la parte más elevada y con vistas sobre todo el conjunto de la masía. Un lugar ideal para construir casas y crear una urbanización única.
En el 2008, el Sr Oswald falleció y dejó en manos de su familia la continuación del proyecto.